DECLARACION DE ASTANA


 
Desde Alma-Ata hacia la Cobertura Universal de Salud y los Objetivos de Desarrollo Sostenible.
Del: 26/10/2018

Nosotros, los participantes de la Conferencia Mundial sobre Atención Primaria de Salud, reconocemos la contribución de la salud a décadas de desarrollo social y económico mundial y afirmamos nuestro compromiso con la atención primaria de salud (APS) para alcanzar la salud y el bienestar para todos, sin dejar a nadie atrás.

Nosotros Visualizamos:
Sociedades y ambientes que priorizan y protegen la salud de las personas;
Cuidado de salud disponible y asequible para todos, en todas partes;
Cuidado de la salud de buena calidad que trata a las personas con respeto y dignidad;
Las personas comprometidas en su propia salud.
Alcanzar el nivel de salud más alto posible es un derecho fundamental de todo ser humano, como se establece en la Constitución de la Organización Mundial de la Salud. Hace cuarenta años, en 1978, los líderes mundiales asumieron el compromiso histórico de alcanzar salud para todos a través de la APS en la Declaración de Alma-Ata. En 2015, los líderes firmaron los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODT), que renovaron el compromiso con la salud y el bienestar para todos basados en la cobertura universal de salud (UHC). UHC significa que todas las personas, incluidas las personas marginadas o vulnerables, deben tener acceso a servicios de salud de calidad que pongan sus necesidades en el centro, sin dificultades financieras. La APS es el enfoque más efectivo, eficiente y equitativo para mejorar la salud, por lo que es una base fundamental para lograr la UHC.
Para abordar los desafíos de salud y desarrollo de la era moderna, necesitamos una APS que:
(1) empodere a las personas y las comunidades como dueños de su salud, como defensores de las políticas que la promueven y protegen, y como arquitectos de los servicios sociales y de salud que contribuyen a ella;
(2) aborde los determinantes sociales, económicos, ambientales y comerciales de la salud a través de políticas y acciones basadas en la evidencia en todos los sectores; y
(3) garantice una salud pública sólida y atención primaria a lo largo de la vida de las personas, como núcleo de la prestación de servicios integrados.
Al menos el 80% de las necesidades de salud se pueden abordar a través de esta visión de la APS y la UHC. Sin embargo, las sociedades no gravitan automáticamente hacia la salud y la equidad en salud. Para tener éxito, debemos tomar medidas deliberadas para reforzar los tres componentes de la APS, enfatizando una mayor equidad, calidad y eficiencia.
Tenemos más probabilidades de tener éxito que nunca. Nuestro éxito será impulsado por:
Voluntad política: contamos con más socios y más actores interesados, tanto públicas como privadas, que trabajan en pos de objetivos comunes en los ODS y en particular para garantizar vidas saludables y promover el bienestar para todos, en todas las edades. Con más recursos humanos y financieros dedicados a la salud que nunca y un compromiso mundial renovado con la APS y la UHC, el objetivo de poner la salud al alcance de todos.
Conocimiento: sabemos lo que funciona y lo que no funciona. Décadas de investigación en sistemas de salud han generado un conocimiento sólido de cómo abordar los determinantes de la salud, reducir las desigualdades, prevenir y tratar enfermedades y promover la salud para todas las personas. Estamos mejor equipados para mejorar los sistemas de salud, para garantizar que las personas reciban la atención adecuada en el momento adecuado y en el lugar correcto, y para adaptarse a las condiciones cambiantes.
Tecnología: medicinas y otras tecnologías más efectivas y accesibles, incluyendo las diagnósticas, están ampliando la gama de servicios de salud disponibles y asequibles que deberían incluirse en la atención primaria. Las innovaciones en tecnología pueden mejorar el acceso a la atención en salud, especialmente para las personas vulnerables y marginadas. Las tecnologías digitales, en particular, se pueden aprovechar para mejorar la alfabetización en salud, permitiendo que las personas y las comunidades tomen el control de su propia salud. Los avances en los sistemas de información ofrecen nuevas vías para la transparencia y la rendición de cuentas.
Personas: estamos más informados, más conectados y tenemos mayores expectativas. Las personas también tienen más voz en la gobernanza, la planificación y la prestación de servicios de salud a través de elecciones generales y asambleas de salud. La alfabetización en materia de salud de la población está aumentando, impulsando a más personas a movilizarse y hacer valer su derecho a la salud y a la atención de la salud, creando responsabilidad social tanto del sector público como del privado. Los jóvenes, en particular, están elevando su perfil, utilizando nuevos medios para hacer valer sus derechos y expresar sus necesidades. Su contribución para lograr la APS será esencial.
Reflexionando sobre los últimos 40 años, reconocemos un progreso notable en los resultados de salud y nos alientan las nuevas oportunidades que nos impulsan hacia la meta de la salud y el bienestar para todos. Al mismo tiempo, reconocemos que mantenerse saludable en el mundo de hoy es un desafío. Los estilos de vida y ambientes no saludables han provocado que las enfermedades crónicas se conviertan en las principales causas de enfermedad, discapacidad y muerte. La violencia, las epidemias, los desastres ambientales y la desesperación han impulsado a las personas a moverse para mantenerse sanas y seguras, a menudo hacia ciudades sobre pobladas . Más de la mitad de la población mundial, especialmente las comunidades marginadas, no puede acceder a la atención esencial de salud. Donde las comunidades tienen acceso a los servicios, la atención a menudo es inapropiada o insegura. En todo el mundo, 100 millones de personas caen en la pobreza cada año debido al gasto de bolsillo en servicios de salud. Estos desafíos amenazan los esfuerzos de cada país para lograr la UHC y el desarrollo sostenible.
Para enfrentar los desafíos de hoy y aprovechar las oportunidades para un futuro saludable, debemos:
Empoderar a las personas para que se hagan cargo de su salud y de su atención de salud
Nos comprometemos a facilitar que las personas y las comunidades adquieran los conocimientos, las habilidades y los recursos necesarios para cuidar su propia salud, incluyendo el uso de tecnologías digitales. Crearemos las condiciones para que las personas participen en la promoción de la salud, la elección de estilos de vida saludables y en las decisiones sobre su atención de salud, de acuerdo con sus metas y objetivos. Involucraremos a las personas y las comunidades en el diseño, la planificación y la gestión de sus sistemas de salud y les facilitaremos los mecanismos para que los tomadores de decisiones se hagan responsables de los resultados.
Tomar decisiones políticas audaces para la salud
Abordaremos los determinantes de la salud en todos los sectores del gobierno, en línea con los Objetivos de Desarrollo Sostenible, evitando conflictos de intereses políticos y financieros. Mejoraremos la gobernanza participativa de los sistemas de salud, incluida la participación y la regulación del sector privado. Direccionaremos recursos financieros más sostenibles a la salud pública y la atención primaria para lograr la UHC, asegurando las reformas necesarias para permitir la realización progresiva.
Poner la salud pública y la atención primaria en el centro de la UHC
Debemos mejorar la capacidad y la infraestructura para las funciones de la salud pública y desarrollar una atención primaria de calidad que sea continua, integral, coordinada, orientada a la comunidad y centrada en las personas. Priorizaremos apropiadamente la prevención de enfermedades y la promoción de la salud. Aseguraremos una fuerza de trabajo adecuada de salud pública y atención primaria (incluidas enfermeras de APS, médicos de familia, parteras, profesionales de la salud aliados y trabajadores de salud comunitarios no profesionales) que trabajen en equipos con competencias para abordar las necesidades de salud modernas. Promoveremos prácticas de gestión que garanticen un trabajo decente, incluida una compensación adecuada, oportunidades significativas para el desarrollo profesional y la progresión de la carrera. Garantizaremos la disponibilidad de medicamentos, productos y tecnologías adecuadas. Asignaremos recursos suficientes para la investigación, la evaluación y la gestión del conocimiento, promoviendo la ampliación de estrategias efectivas para la acción multisectorial, la salud pública y la atención primaria.
Alinear el apoyo de los socios a las políticas, estrategias y planes nacionales
Se asignarán más recursos humanos, técnicos y financieros para fortalecer la APS en todos los países. Los esfuerzos concertados de los socios internacionales sobre APS y UHC se alinearán con las políticas, estrategias y planes nacionales. Todo esto debe hacerse de acuerdo con los principios de la ayuda efectiva. Juntos, los países y los socios internacionales organizarán la revisión sistemática de la implementación de esta Declaración, incluido el monitoreo de la UHC como parte del proceso de revisión de los ODS de la ONU. Fortaleceremos la amplitud y la profundidad de los datos relevantes para la APS a nivel nacional y subnacional para informar la formulación de políticas basadas en evidencia y para evaluar el progreso. Visualizamos un futuro en el que se asegure el bienestar físico, mental y social, donde todos tengan acceso a la atención de salud que necesitan sin temor a dificultades financieras. Nos comprometemos a fortalecer la APS a nivel mundial como parte de nuestro esfuerzo colectivo para lograr la salud y el bienestar para todos a todas las edades. Actuaremos inmediatamente sobre esta Declaración en coordinación con la Organización Mundial de la Salud y el Fondo de las Naciones Unidas para la Infancia, comprometiéndonos con los líderes; gobiernos; otras agencias de las Naciones Unidas; fondos bilaterales y multilaterales, alianzas y donantes; la academia; las organizaciones profesionales; las organizaciones juveniles; la sociedad civil y el sector privado. Continuaremos atrayendo a más personas, países y organizaciones para expandir y apoyar este movimiento.
Juntos lograremos la salud y el bienestar para todos, sin dejar a nadie atrás.


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