CONSIDERANDO QUE la Organización Mundial de la Salud (OMS) ha indicado que unos pocos países del mundo consumen el 80% de los opioides disponibles legalmente en el planeta, lo que deja muchas necesidades no satisfechas en el resto del mundo, en especial en los países en desarrollo;
CONSIDERANDO QUE la morfina y la diamorfina tienen una función importante en el tratamiento del dolor leve y fuerte, especialmente para los dolores de la creciente cantidad de pacientes con VIH/SIDA y cáncer en fase final;
CONSIDERANDO QUE el Consejo Internacional de Control de Narcóticos (INCB) ha pedido a la comunidad internacional promover la prescripción de calmantes, en especial en los países pobres en donde se informa el poco tratamiento en más de 150 países en los que casi nadie que necesita tratamiento lo recibe y en otros 30 países en los que el poco tratamiento es incluso más frecuente o de los que no hay información;
CONSIDERANDO QUE existe una crisis de opio ilegal en Afganistán, con un cultivo de amapolas y producción de opio en aumento;
Por lo tanto, la Asociación Médica Mundial:
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